Este verano esta dejando nítidamente al descubierto el proceso de cambio climático que estamos viviendo. Hace calor sí, pero se están sucediendo intensas olas de calor sobrepasando temperaturas nunca antes vistas y que tendrán consecuencia en las plantas que cultivamos en casa.
Y el cambio climático no solo nos deja un aumento de temperatura.
Macetas en un balcón © Alejandra Vaca
El ciclo del agua es un proceso circular que consiste en el calentamiento de las aguas superficiales (océanos, mares, lagos, ríos,…), que se evapora formando las nubes y cuando llueve regresa de forma líquida a la superficie terrestre.
El calor tan intenso que estamos sufriendo va a alterar el ciclo del agua provocando lluvias torrenciales que unidas a las altas temperatura hará que se eleve la humedad ambiental.
Mucho calor y humedad ¿Cómo afectará este cambio ambiental a las plantas?
Dependerá en principio de la especie que cultivamos. Hay plantas que por naturaleza se ven favorecidas cuando viven dentro de esta atmósfera y en estas condiciones serán aquellas plantas de origen tropical.
Strelitzia reginae © Goultard
Otras especies vegetales, solo por el vigor que poseen, podrán sobrevivir, aunque les pasará factura el estrés que le provoquen las nuevas condiciones. Podríamos incluir en este grupo las plantas de ambiente mediterráneo y de sierra.
Cistus albidus © Sam Rayner
El último grupo de plantas será el que no se encuentren adaptadas a este nuevo medio y serán las que peor lleven el cambio. Serán aquellas especies vegetales cuyo origen esté muy al norte y las alpinas.
El tema de la elevada humedad ambiental no es baladí como vemos y puede afectar a plantas que consideramos muy resistentes como cactus y crasas, pues cuando el sustrato está muy húmedo decaen y marchitan. En algunos casos sin remedio. Solución: vigilar la humedad del sustrato y evitar el exceso de riego.
Cactus y suculentas © Victor Camilo
Otro aspecto importante relacionado con estas nuevas condiciones ambientales y que pueden afectar a nuestras plantas es la aparición de hongos patógenos, a los cuales les encantan la alta humedad.
Los hongos son complicados de eliminar y afectarán a todas las especies vegetales, incluidas las que están adaptadas al cambio climático.
Ante el menor signo de podredumbre, manchas circulares rojizas o un “polvillo” blanco en la superficie de los vegetales, deberemos iniciar el estado de alarma.
Llegados a esta situación, deberemos podar los órganos afectados de la planta y eliminarlos para evitar la propagación de la enfermedad. En ataques graves, deberemos usar fungicidas para acabar con los hongos dañinos.
Hongos patógenos en una poinsetia © Scot Nelson
Así mismo, ser aséptico es fundamental. Mantener la higiene de manos, ropa y tijeras de podar será fundamental si queremos controlar a estos hongos dañinos para las plantas que con tanto esmero cultivamos en casa.
En este sentido, vemos que un verano caluroso tiene consecuencias en otoño. Y si bien tenemos que proteger a las plantas, éstas mismas son parte del remedio que mitigue los efectos del cambio climático en el hogar.
Otras lecturas recomendadas:
Espero que te haya parecido interesante. Si es así, te animo a dejar tu comentario y compartir este artículo ¡Gracias!
Responder a Mónica Cancelar la respuesta