El
arte contemporáneo y moderno tiene cabida en los Jardines de
Kensington de Londres. Hablamos de Serpentine Gallery, un lugar que
atrae a miles de visitantes cada año hacia sus exposiciones,
actividades y programas culturales abiertos al público. Entre estos
programas se encuentra la proyección y creación anual de un
pabellón en los jardines que albergan diversas actividades
artísticas. Cada año, la propia galería de arte selecciona un
equipo de arquitectos encargado de diseñar el
efímero y único
pabellón durante
los meses estivales.
Sin
embargo, durante
el
año 2011 el
arquitecto suizo Peter Zumthor quiso dar una vuelta de tuerca a la
idea de jardín como obra de arte. Una abstracción en el que la
propia naturaleza y los fenómenos biológicos que cobija son arte en
si mismo. Para ese año Peter Zumthor diseñó un proyecto
donde poder plasmar la importancia que tiene para él la jardinería
y el lugar que debe ocupar en las construcciones de
cara al
futuro. Más aún cuando nos encontramos ante
una coyuntura actual que ha puesto de manifiesto la necesidad de
crear entornos urbanos biofílicos.
Este
afán por rodearse e, incluso, sumergirse en los jardines le hizo
imaginar una construcción que actúa como un marco. Un escenario en
el que el espacio verde es el protagonista, el jardín en el centro y
el resto somos meros observadores que nos congregamos alrededor.
Con
este propósito, el pabellón en 2011 de la
Serpentine Gallery trata
de un espacio diáfano, rectangular de paredes oscuras que lo único
que deja entrever es el cielo y escuchar el canto de los pájaros que
proviene del exterior. Un patio rectangular donde los observadores
pueden sentarse a tomar un café o caminar alrededor del jardín
mientras se suceden los actos de una gran obra escénica natural.
Peter
Zumthor, para plasmar este concepto, contó con la colaboración del
paisajista holandés Piet Oudolf del cual hemos hablado en otras
ocasiones en jardines
que me gustan.
En el pabellón de la Serpentine Gallery, manteniendo la forma
rectangular, elaboró una superficie viva de plantas perennes donde
cada especie botánica es una pieza con un papel definido que aporta
espontaneidad y dinamismo.
Un
jardín diseñado para el cambio. Una ventana al paso del tiempo que
nos permite contemplar como crecen y se desarrollan las hierbas,
florecen las flores y emergen las panículas de las gramíneas, los
insectos polinazadores revolotean y hasta observar como las plantas
marchitan cuando terminan su ciclo de vida. El jardín en movimiento.
Una obra artística a la que hemos sido invitados, pero en la que
nuestro cometido es hacernos a un lado y ser dichosos espectadores.
Serpentine
Gallery Pavilion 2011
Imagen de Loz Pycock en flickr
Serpentine
Gallery Pavilion 2011
Imagen de Sean Kisby en
wikimedia
commons
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