Existen algunas plantas que por alguna razón se te quedan marcadas a fuego en el subconsciente y cada vez que pasas cerca de ellas es como si un enorme cartel con luces de neón te indicara su presencia. Me pasa con Euphorbia milii y creo que la razón es la forma característica de sus flores, pues me parecen unos rojos labios dispuestos a dar un beso.
Flor de Euphorbia milii © Peter Stenzel
Tal vez sea un caso digno de estudio para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, y daría para una indagación meticulosa acerca del significado de las plantas. Aunque no tengo claro si habría que analizar el significado popular de muchas flores, que daría para un tema extenso sin duda, o mi caso particular, que quizás no quiero descubrir.
Vamos por partes, el nombre popular de Euphorbia milli, el conocido por todos, es Corona de Cristo. Su tallo, que generalmente crece muy ramificado y es de color castaño, se encuentra interrumpido por abundantes espinas estipulares de color gris. Sin embargo, el origen de este arbusto que puede alcanzar algo más de un metro de altura se ubica en Madagascar, muy lejos de donde ocurrió la pasión. Pero bueno, es un tema que está asociado el subconsciente colectivo.
Detalle de la flor © Mike Keeling
La otra parte, mi apreciación particular sobre las flores y los besos. A ver, para empezar lo que yo he llamado flores, en realidad son brácteas super llamativas. El cartel luminoso de neón que comentaba. Los tallos de Euphorbia milii acaban en una cima ramificada en dicotomía, es decir, dos partes, que a su vez presentan un número par de ciatios, que es una estructura que aparenta tener una única flor pero en realidad posee varias flores. Una exclusividad botánica de la familia Euphorbiaceae.
Flor blanca © Evelyn Avila’s Photo
Los dos, cuatro u ocho ciatios son sésiles, no tienen soporte, y de ahí parten un par de brácteas con formas de labios dispuestos a besar y que pueden ser de color rojo, amarillo o blanco. A mi me llaman especialmente la atención los rojos, claro. Pero a los insectos polinizadores, que son las verdaderas víctimas de esta atracción floral, la opción de color les da igual para llegar a las flores que se encuentran dentro de la brácteas.
Flores y brácteas de Euphorbia milii © Conall
El resto de Euphorbia milii no suscita interés en el psicoanálisis, o al menos eso pienso. Ya hemos visto que es algo que puede depender del subconsciente particular. Las hojas son alternas, también son sésiles y aparecen en forma ovada u ovada elíptica, con borde entero y color verde intenso. En períodos secos puede perderlas, algo que en donde vivo es lo frecuente debido al largo verano que vivimos durante gran parte del año.
Espinas en el tallo de Euphorbia milii © Carol VanHook
En lo que a jardinería estrictamente se refiere, Euphorbia milii se puede encontrar cultivada en macetas en un patio o plantada en el parterre de un jardincillo de barrio. También existe alguna posibilidad de encontrarla formado espinosos setos, ya que admite muy bien la poda y es sumamente resistente a la sequía. Además, las flores, brácteas, labios, besos, que tanto llaman la atención tienen la virtud de florecer prácticamente todo el año aunque, por supuesto, será en primavera cuando brille con más intensidad el luminoso de neón.
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Naturaleza cartesiana de Euphorbia candelabrum
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