El disparo del pepinillo

El pepinillo del diablo (Ecballium elaterium) es una de esas plantas que crece en lugares degradados, una hierba espontánea. Es popularmente conocida por el estallido de su fruto maduro, el cual, al menor roce, dispersa sus semillas a una distancia de varios metros. Cuando yo era pequeño era un juego muy simpático y divertido, ahora es mi hijo el que juega haciendo disparar las semillas. Es más, hasta la fecha es uno de los pocos nombres de plantas que ha retenido en la memoria.

Flor de pepinillo del diablo (Ecballium elaterium) © Jardines Que Me Gustan

Esta belleza de flor, de tonalidad jalde y forma acampanada, corresponde a la floración del pepinillo del diablo. Sin embargo, que lo bonita no distraiga pues E. elaterium es una planta peligrosa por su toxicidad. Claro que hay que comerla para que afecte negativamente.

Así que es una planta para disfrutar a distancia. No obstante, el pepinillo del diablo es más conocido por su fruto que por su flor. El fruto tiene forma ovoide, es de color verde y es igual que un pepino pero pequeñito. De ahí su nombre vulgar. No es de extrañar el parecido con la hortaliza porque también pertenece a la familia de las cucurbitáceas. De hecho, E. elaterium es la única especie de la familia que no posee zarcillos para trepar.

Fruto de pepinillo del diablo © Mølterland

En cambio, la parte del nombre que hace referencia al diablo se debe a que el fruto se sostiene sobre un pedúnculo que se va hinchando de agua poco a poco hasta que la presión hidrostática lo rompe y las semillas salen disparadas. Cuando aún no se ha roto del todo, pero la presión en su interior es muy elevada, un leve roce o el elevado calor de inicios del verano puede hacer que estalle y es esa característica botánica la que han utilizado durante décadas los niños para jugar.

La presión hidrostática es la fuerza física que realiza un líquido, en este caso el agua, en el interior de los tejidos vegetales del pepinillo del diablo. A medida que se va llenado de agua, la fuerza que ejerce será mayor hasta que llegará un momento en que los tejidos no podrán soportar tanta fuerza y acaban por romperse.

Aparte de la flor y el fruto, el resto de la planta no es tan llamativo. Un tallo de porte rastrero que avanza por acerados desde terrenos degradados cercanos y reptando sin dificultad, así como, hojas con forma acorazonada y de considerable espesor. Además, toda la superficie verde se encuentra cubierta de unos pelos duros y desagradables al tacto.

Mata de pepinillo del diablo con visitantes © Jardines Que Me Gustan

Para hacerse una idea gráfica, lo mejor es ver a cámara lenta el disparo del pepinillo. Este vídeo esta editado por la Enciclopedia Británica y, aunque el narrador habla en inglés, se ve perfectamente todo el proceso de eyección de las semillas y el agua contenida en el fruto del pepinillo del diablo.

Accede al vídeo haciendo clic aquí.

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Comentarios

2 respuestas a «El disparo del pepinillo»

  1. Avatar
    unjardinsostenible

    Siempre ha sido una planta muy peculiar amigo José Luis, en el vídeo a cámara lenta se aprecia muy bien el proceso de disparo.
    Un gran abrazo amigo.

    1. Avatar

      Es cierto que es una planta que tiene sus contras, pero por sus características no pasa desapercibida. Un saludo Juan.

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José Luis
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