Donde esté la sombra

Uno de los retos a los que nos enfrentamos en la actualidad es la de combatir el efecto de la llamada isla de calor, en especial en ciudades localizadas en climas cálidos. Aunque en realidad es un problema que afecta a todo el mundo ya que es influenciador directo del cambio climático. El gris se ha convertido en el nuevo verde en entornos urbanos, algo que hace subir la temperatura del planeta.

Masa arbórea © Jardines Que Me Gustan

El fenómeno fue investigado por primera vez por Luke Howard, “el padrino de la nubes”, en la década de 1810. En mi caso, recuerdo que fue en la malograda asignatura de climatología en la universidad donde tuve constancia de esta situación urbana hace ya unos cuantos años. La isla de calor se produce cuando se acumula calor en exceso debido a la inmensa mole de hormigón, asfalto, granito y demás materiales absorbentes de la radiación térmica proveniente del sol. Agrava esta situación la acción de las altas temperaturas cuando tiene lugar el fenómeno atmosférico del anticiclón térmico y que cada año que pasa va a peor por efecto del calentamiento global.

Sombra de almez (Celtis australis) © Jardines Que Me Gustan

Los lugares de grandes superficies edificadas ofrecen amplias zonas que durante el día absorben el calor y por la noche lo van irradiando muy despacio. Otra circunstancia que tiene que ver con edificios altos y rascacielos es la reflexión horizontal que realizan de la radiación recibida. Es decir, que en vez de emitir calor hacia arriba, los edificios emiten calor hacia los lados haciendo que esta energía térmica se mantenga en el suelo.

Flor de lagunaria (Lagunaria patersonia) © Jardines Que Me Gustan

El medio natural evacua este exceso de radiación por la absorción que realizan las plantas durante la fotosíntesis y por la evaporación del agua superficial. Sin embargo, en un medio urbano donde escasean las masas arbóreas y zonas verdes, así como, los arroyos quedan bajo tierra, la radiación no encuentra una salida de vuelta a la atmósfera ni tampoco se transforma.

La importancia del verde en la ciudad

Masas arbóreas, parques y jardines deben proyectarse para realizar esta función de captación de radiación solar en las ciudades. Y claro que es importante tener una amplia y diversa población arbórea, pero hay que plantearla con inteligencia pues lo que vamos buscando no son muchos troncos que se entorpezcan y compitan entre ellos, si no copas que cuando lleguen los meses de mayor incidencia solar sean frondosas.

Copa de braquiquito (Brachichyton populneus) © Jardines Que Me Gustan

Carly Ziter, profesora de la Universidad de Wisconsin-Madison, realizó un estudio hace unos años que consistió en colocar una pequeña estación meteorológica en la parte trasera de su bicicleta y tomó lecturas de la temperatura cada cinco metros. El resultado del sencillo experimento fue que donde esté la sombra, encontraremos un descenso de la temperatura de 5º C.

Cubierta verde © Jardines Que Me Gustan

Otra opción para reducir el efecto de la isla de calor son los techos y cubiertas verdes. Construir un espacio verde en una azotea, además de la función decorativa y ecológica que poseen, nos puede proveer de alimentos, servir de aislamiento acústico, controlar la temperatura en el interior del edificio y reducir en el exterior el calor atmosférico. Con azoteas ajardinadas estaremos haciendo del edificio algo similar a un enorme árbol artificial que nos ayudará a mitigar los estragos de la fuerte radiación solar estival.

Otras lecturas recomendadas:

Fotinia, cerezo de flor y altea, un interesante puñado de nuevos árboles para viario

El paradigma del eucalipto

Espero que te haya parecido interesante. Si es así, te animo a dejar tu comentario y compartir este artículo ¡Gracias!


Comentarios

2 respuestas a «Donde esté la sombra»

  1. Avatar
    La Biosfera de Lola

    Hola José Luis. Muy interesante lo que nos comentas. Muchas gracias. Un abrazo.

    1. Avatar

      Hola, Lola. Si es importante tener muy presente los efectos que posee la isla de calor y que podemos hacer para contrarrestarlo.
      Un abrazo.

Responder a José Luis Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

José Luis
Bienvenido a Jardines Que Me Gustan, el blog donde exploramos los misterios más curiosos del mundo de la jardinería.

La música que escucho en el jardín

Busca en este blog

Últimas entradas

Categorías