Existen jardines botánicos que por emplazamiento y climatología se hace necesario instalar un invernadero que acoja plantas tropicales pues en exterior serían imposible de cultivar. Pero es que además, si ese espacio protegido esta construido de tal manera que destaca su arquitectura, es un valor añadido al conjunto del invernadero tropical.
Invernadero tropical en el Jardín Botánico de Aarhus © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
No hablo solo de recientes construcciones donde priman los materiales de construcción, lo eficiente que sea la edificación o el diseño vanguardista, ya que algunos de estos templos de cristal acumulan tantas décadas como mérito arquitectónico.
Pero dejando a un lado otros invernaderos que bien merecen una publicación propia, en esta ocasión vamos a descubrir un invernadero tropical relativamente reciente, el ubicado en el Jardín Botánico de Aarhus en Dinamarca.
Exterior del invernadero tropical de Aarhus © Peter Leth
Digo que es relativamente reciente porque el invernadero en su conjunto parte de la restauración y transformación del antiguo invernadero del Jardín Botánico de Aarhus, diseñado originalmente por C.F. Møller en 1970, al que se le incorporó una impresionante bóveda para plantas tropicales hace 9 años.
Interior del invernadero tropical de Aarhus © Peter Leth
Esta enorme bóveda, proyectada por el estudio de arquitectura de C.F Møller años después de la desaparición del arquitecto danés, cuenta con una altura de 18 metros de altura y fue concebida para hacer efectivo el ahorro de energía en su interior.
Durante la construcción del invernadero tropical © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
Incluso, se han elegido la forma y la orientación para establecer un espacio que proporciona una superficie pequeña pero que encierra el mayor volumen posible. Más de mil metros cuadrados que acogen plantas tropicales y concebida para captar la mayor incidencia solar en invierno y la menor en verano.
El invernadero desde el jardín botánico © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
El que nos encontremos en un espacio cerrado no significa que no podamos disfrutar de un jardín tal y como los entendemos. Dentro del invernadero tropical de Aarhus podemos pasear por senderos, observar el espacio verde que nos rodea desde una plataforma de madera o acercarnos al estanque donde habitan los nenúfares gigantes.
Espacio destinado a los invernaderos en el Jardín Botánico de Aarhus © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
Para albergar todo este conjunto y que sustituyera la antigua casa de palmeras que se había quedado pequeña, se pensó en un diseño que se asemejara a una gota de agua sobre la superficie de una hoja tras un riego a primera hora de la mañana.
Plataforma de madera © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
Esta “gota” de agua se ha construido con una estructura de 10 arcos de acero, que se abren en abanico alrededor de un eje longitudinal y transversal, creando una red de rectángulos de diferentes tamaños. Es curioso como esta trama queda reflejada en el estanque prolongando la sensación de cubierta protectora.
Estanque en el interior del invernadero © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
Plantas tropicales
Comentamos al principio que las plantas tropicales no pueden ser cultivadas en cualquier parte del mundo a no ser que les proporcionemos las condiciones climatológicas de su lugar de origen.
Sendero dentro del invernadero © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
Y aunque a priori nos parezca que un bosque tropical consiste en una masa exuberante de vegetación, lo cierto es que en esta definición existen matices que diferencian unas zonas respecto a otras.
No obstante, podemos generalizar en que el clima tropical se caracteriza por temperaturas constantes de 20 ºC durante todo el año y con abundante humedad ambiental. Este clima es el que buscamos a la hora de recrear un invernadero tropical.
Ave del paraíso (Strelitzia) © Maureen Barlin
Con estos datos, en su interior encontramos diversidad de especies vegetales: ave del paraíso (Strelitzia), orquídeas, helechos, varias palmáceas, nenúfares gigantes como los mencionados antes,….
Y es que sin duda, visitar un invernadero tropical de estas características, con su bóveda en forma de gota de agua, supone una inmersión total en un bosque tropical.
Atardecer en el Jardín Botánico de Aarhus © Estudio de Arquitectura C.F. Møller
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