supuesto tradicionalmente el límite del jardín. En occidente, los jardines han
surgido de poner un muro defensor al edén, una vez perdido, el ser humano no ha
dejado de buscar este paraíso perdido o más bien de recrearlo. El jardín
occidental surge del oasis de vida en medio del desierto, el muro o la valla,
es el límite que protegía de las fieras del exterior.
considera lo pequeño como demasiado poco; ni lo grande como enorme, porque sabe
que no existen límites a las dimensiones”
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Fuente: FreeDigitalPhotos.net |
que hay que darle importancia al jardín como un elemento más del conjunto de
una edificación. Un espacio más que contribuya a dar valor a la vivienda, dando
como resultado múltiples espacios
interrelacionados unos con otros, ninguno más importante que otro.
perfectamente con el conjunto de la edificación, tienen el mismo valor que
cualquier habitación de la casa. De hecho están diseñados para poder ser
disfrutados desde cualquier punto de la misma, aunque no estés fuera al aire
libre. Si hemos integrado el jardín con el resto de la edificación, obtendremos
una imagen única y memorable.
viviendas con jardines japoneses, éstos son importantes porque en ellos se
producen situaciones de enorme valor emocional. Por ejemplo la ceremonia del té
es una tradición muy importante para ellos, se realiza en el exterior, en el
jardín, y debe realizarse en un lugar acorde a la importancia del evento.
límites del jardín deben estar espacialmente estudiados para poder sentir y
disfrutar la naturaleza, pues el objetivo de proyectar adecuadamente los
límites es el de captar la atención de quién observa desde cualquier punto
interior o exterior de la vivienda.
jardines occidentales, podríamos establecer diferencias entre los jardines de
una casa de campo y los jardines de
una casa de ciudad.
en las casas de campo el límite del jardín lo marcaban los muros, los cuales se
han recubierto normalmente con plantas trepadoras. En el caso de muros de
separación parcos, sin vegetación, el límite es claro y evidente, por lo que rompe
el vínculo de continuidad entre al jardín y el medio natural que lo rodea. Con
los muros de separación con plantas trepadoras se consigue, en parte, desdibujar
el límite entre el jardín y el paisaje exterior, creando un vínculo de
continuidad entre ambos.
siempre es así porque el límite es el límite y, como veremos más adelante, aún
con la presencia de trepadoras puede suponer una separación incomoda entre
distintos espacios. ¿Si el paisaje circundante es de enorme belleza por qué
privarnos de incorporarlo al jardín? Yo creo que en este caso el límite, aunque
presente, debe ser lo más invisible posible.
que normalmente se encuentra en áreas densamente pobladas, tal vez pueda
resultar más interesante dejar claro cuál es el límite de jardín, jugar con el
espacio y aprovecharlo al máximo. En este caso el límite lo podemos transformar
en un elemento diferenciador del diseño.
El muro puede ser un punto focal que atraiga la mirada al conjunto del jardín o,
sencillamente, puede usarse como un simple telón de fondo.
con la pared, origina fuertes contrastes, pues las sombras se proyectan mejor
en paredes de formas simples.
también pueden ser múltiples e invisibles. En un jardín con desniveles podemos
utilizar terrazas para delimitar límites permeables a la conexión de los
distintos espacios del conjunto. Los límites aparecen en cada nivel del diseño,
quedando la armonía del conjunto asegurada por medio de un sistema único de
proporcionalidad.
tema del límite en el jardín, voy a terminar con el caso de la Plaza de España y del Parque de María
Luisa en Sevilla. Imagino que cuando Aníbal
González y J.C. Forestier diseñaron
ambos espacios para la Exposición Iberoamericana de 1929, lo hicieron con la idea
de que estuvieran integrados el uno con el otro, al igual que ocurre con otras
edificaciones y lugares del parque.
asiduo corredor del parque sevillano, siempre he conocido una valla metálica y
cubierta con jazmín amarillo (Jasminum primilinium),
que limitaba entre el parque y la Plaza de España. Como en el caso del jardín
de campo, al estar claramente delimitados los márgenes, ambos espacios no formaban
un vinculo claro de comunicación capaz de compartir la belleza esencial de cada
uno de ellos.
restauración de la Plaza de España, se ha eliminado esta valla de separación y
en el parterre de central que se encuentra en la avenida se han plantado setos
rectangulares de mirto (Myrtus communis),
en cuyo interior se han introducido agapanto (Agapanthus niger africanus) y ave del paraíso (Strelitzia reginae), además, se han mantenido las Palmeras (Phoenix dactylifera) que había.
ha conseguido fusionar ambos espacios, desde el parque no se entorpece la vista
de la Plaza de España y desde ésta se observa claramente la abundante
vegetación del Parque de María Luisa. Dos espacios interrelacionados el uno con
el otro, ninguno más importante que otro. Comunicados. Sin límites.
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Plaza de España (Sevilla) Fuente: wikipedia.org |
¿Tienes más ideas para
aprovechar los límites en el diseño? Participa y deja tu comentario al final de
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