La competencia entre plantas puede llegar a ser mucho más cruel de lo que nos imaginamos. Y es que algunos mecanismos que utilizan las plantas imponiéndose sobre otras para así dominar un ecosistema es digno del guion de un capítulo de Juego de Tronos.
Frutos de lentisco © liesvanrompay
Existen una serie de plantas que producen frutos con toxicidad selectiva que les ayuda a eliminar la competencia en la propagación de la especie. Frutos que para unos animales son tóxicos, no lo son para otros animales.
Eliminar la competencia en la propagación es una ventaja. Pero para entender esto bien tenemos que adentrarnos en el significado de un termino botánico.
¿Qué es la zoocoria? Consiste básicamente en que las semillas de las plantas y que se encuentran en el interior de los frutos, son trasportadas de un lugar a otro por animales facilitando la propagación de la especie vegetal.
Otro modo de transportar semillas de plantas es a través del viento y en este caso se llama anemocoria.
Volviendo a la zoocoria, para que se produzca la propagación, las plantas deben producir frutos que sean comestibles y apetecibles para los animales. Éstos los ingieren, los llevan en su interior hasta que realizan la deposición y acaban por llegar a otro lugar.
Algunas plantas con propagación mediante zoocoria se han especializado en un único animal que transporte sus semillas. Plantas que producen frutos que son tóxicos para unos animales, pero otros los digieren y metabolizan sin problemas.
De esta manera, al intoxicar a los transportistas o vectores de plantas rivales reducen la capacidad de propagarse de otras especies vegetales y, al mismo tiempo, los vectores elegidos llevan las semillas a otros lugares para colonizar.
Mata de lentisco © Gertjan van Noord
El lentisco (Pistacia lentiscus) es un arbusto muy común en ambientes dunares del área mediterránea. Crece en forma de mata y puede alcanzar uno o dos metros de altura. A veces más. Las hojas son verde oscuras y coriáceas.
Posee un fruto en forma de drupa, rojizo al principio y oscuro al madurar, y que tiene la particularidad de ser tóxico para seres humanos y otros mamíferos, pero que las aves se comen sin problemas.
En un artículo pasado hablamos del árbol del paraíso o Melia azedarach. Pues bien, ésta especie arbórea produce un fruto con la misma capacidad de ser tóxico para mamíferos.
Frutos de árbol del paraíso © Forest and Kim Starr
Sin embargo, las aves lo toleran. Es más, para la cotorra verde (Myiopsitta monachus), tan común en las ciudades, es el alimento estrella.
Cotorra verde © Bernand Dupont
Estos son solo una representación de plantas con propagación por zoocoria y el añadido de producir frutos de selectividad tóxica.
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