Continua lloviendo en
Sevilla después de una semana y, según las predicciones, es probable que la
borrasca nos acompañe durante algunos días más. En fin, no voy a quejarme de la
lluvia que ha llegado en el momento justo para bajar al suelo polvo y polen
evitando la molestia de la alergia que cada año me atosiga un par de semanas.
Ya se sabe, agua de mayo…. Pero la lluvia cuando se vuelve tan persistente me
lleva a añorar tiempos más soleados, cercanos al mar. Soñando despierto, ha
venido a mi memoria lo bien que se estaba en Málaga ¡En el mes de febrero! Con
un clima de lo más tropical en el Jardín
Botánico Histórico de la Concepción.
Sevilla después de una semana y, según las predicciones, es probable que la
borrasca nos acompañe durante algunos días más. En fin, no voy a quejarme de la
lluvia que ha llegado en el momento justo para bajar al suelo polvo y polen
evitando la molestia de la alergia que cada año me atosiga un par de semanas.
Ya se sabe, agua de mayo…. Pero la lluvia cuando se vuelve tan persistente me
lleva a añorar tiempos más soleados, cercanos al mar. Soñando despierto, ha
venido a mi memoria lo bien que se estaba en Málaga ¡En el mes de febrero! Con
un clima de lo más tropical en el Jardín
Botánico Histórico de la Concepción.
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| Macetas de barro bajo el Cenador de las Glicinias |
He recordado la
multitud de senderos que recorrí bajo la diversa sombra de las palmáceas, las
clivias en flor que quedaban a los lados, El afamado Cenador de Glicinias que por aquellos días dejaban pasar los rayos
del sol al estar carentes de hojas o flor, el rumor del agua al brotar del Arroyo de la Ninfa en contraste del
estruendo que la misma agua formaba al precipitarse desde la Cascada de la Costilla de Adán, los Bambúes acariciando el cielo
con las más altas hojas,… y he recordado
como se respira un jardín, a la representación de parte de los más de 2.000
Amigos del Jardín Botánico Histórico de
la Concepción que con tanto cariño nos contaban las historias ocultas en
cada planta o rincón dejando, como buenos cuentacuentos, historias sin terminar
y espacios por descubrir para que los allí presentes nos quedásemos con esa
morriña de volver para continuar con la visita.
multitud de senderos que recorrí bajo la diversa sombra de las palmáceas, las
clivias en flor que quedaban a los lados, El afamado Cenador de Glicinias que por aquellos días dejaban pasar los rayos
del sol al estar carentes de hojas o flor, el rumor del agua al brotar del Arroyo de la Ninfa en contraste del
estruendo que la misma agua formaba al precipitarse desde la Cascada de la Costilla de Adán, los Bambúes acariciando el cielo
con las más altas hojas,… y he recordado
como se respira un jardín, a la representación de parte de los más de 2.000
Amigos del Jardín Botánico Histórico de
la Concepción que con tanto cariño nos contaban las historias ocultas en
cada planta o rincón dejando, como buenos cuentacuentos, historias sin terminar
y espacios por descubrir para que los allí presentes nos quedásemos con esa
morriña de volver para continuar con la visita.
Todos estos recuerdos
han venido a mí y he querido compartirlos pero dándoles movimientos en este
ocasión. Entre foto y foto, tuve tiempo de grabar algún vídeo con el que he montado
un corto reportaje que ayude a mitigar la ansiedad provocada por la espera de
poder disfrutar, una vez más, de los jardines bajo el sol de Málaga.
han venido a mí y he querido compartirlos pero dándoles movimientos en este
ocasión. Entre foto y foto, tuve tiempo de grabar algún vídeo con el que he montado
un corto reportaje que ayude a mitigar la ansiedad provocada por la espera de
poder disfrutar, una vez más, de los jardines bajo el sol de Málaga.
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| Flor del Ave del Paraíso |
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| Uno de los numerosos canales del jardín |
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| Senderos por descubrir en el Jardín Botánico Histórico de la Concepción |
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| La abundante vegetación tropical en el jardín |
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