El corazón del coleóptero

¿Poseen corazón los escarabajos? Los coleópteros o escarabajos son un orden de la naturaleza de lo más numeroso. De hecho, cuentan con miles de especies más en comparación con los mamíferos, siendo localizables en cualquier tipo de hábitat del planeta.

Mariquita de siete puntos © Martin Bravenboer

Y aun cuando es cierto que no tienen un sistema cardiovascular como el de los mamíferos, el “corazón” del coleóptero se lo hemos otorgado los seres humanos en múltiples referencias a lo largo de la historia.

Quizás la más antigua sea en la civilización egipcia, pues enterraban momias con un escarabeo (amuleto con forma de escarabajo pelotero), en el corazón como símbolo de resurrección y vida eterna.

Escarabeo © Hobokenvie

Sin embargo, existe un coleóptero al que vemos con más “corazón” que al escarabajo pelotero. O al menos, lo hemos idealizado con un carácter protector.

No es otro que Coccinella septempunctata, la popular mariquita cuyo nombre hace referencia a la condición bienhechora de la Virgen María y que con los siglos, independiente de distintas culturas, aún conserva esa índole protectora como vemos en dibujos animados, cómics, literatura, etc.

Coccinella septempunctata © Owesock

No cabe duda tampoco que C. septempunctata es aliada en el jardín, pues es una importante depredadora de plagas, en especial de pulgones.

El insecto adulto es fácil de reconocer sobre las hojas de una planta. Destaca por el color rojo corazón de los élitros. Es decir, las alas anteriores del coleóptero y que la evolución se ha encargado de endurecer.

Adulto de Coccinella septempunctata © Rudy Armipertis

Los élitros poseen tres puntos negros cada uno, y uno más en el lugar donde se unen, haciendo un total de siete puntos y de ahí su nombre, mariquita de los siete puntos.

Las larvas son mucho más devastadoras con sus presas, pues el adulto también puede alimentarse de polen y néctar.

Larvas depredando pulgones © Schuttenbach

Dependiendo de la zona y el clima donde habitan, llegan a tener varias generaciones al año. La última pasa el invierno en la hojarasca del suelo en espacios verdes.

C. Septempunctata posee una curiosidad y es que aunque es un depredador contundente, no es presa fácil. La especie secreta un líquido tóxico a través de las articulaciones de las patas que la hace poco apetecible y la coloración de los élitros advierte de ello.

La mariquita de los siete puntos es la más popular de Europa, pero no es la única del mundo pues existen otras especies que también viven en ésta y otras regiones.

Por ejemplo, encontramos a Coccinella undecimpunctata que se diferencia por sus élitros de color rojo o naranja y, efectivamente, porque poseen once puntos negros en vez de siete.

Coccinella undecimpunctata © Gilles San Martin

O Coccinella novemnotata que con sus élitros de nueve puntos se convirtió en el insecto del estado de Nueva York en 1989. Y no lo ha tenido fácil porque se introdujeron otras especies de mariquitas y estuvo apunto de desaparecer.

Coccinella novemnotata © L L

Pero también tenemos a Coccinella transversalis cuyo origen se encuentra en el sur de Asia y que muestra aspectos diferenciadores más apreciables con respecto a las dos especies anteriores.

Coccinella transversalis © Patrick Kabanagh

Se diferencia de las mariquitas de siete, nueve y once puntos porque los élitros son rojos o naranjas, así como, tienen manchas negras transversales.

Saliendo del género Coccinella, encontramos otros coleópteros que reciben el nombre de mariquitas y que poseen el mismo comportamiento depredador.

En esta coyuntura encontramos a Coleomegilla maculata o mariquita manchada. Su cuerpo no es globular sino más bien elíptico y la coloración roja o rosa de los élitros, así como, las manchas negras le alcanzan también al tórax.

Coleomegilla maculata © Bart Jones

En cualquier caso, y sin obviar que existen coleópteros perniciosos para las plantas, sin duda el grupo que forman las mariquitas de jardín son compañeras magnificas que nos garantizan protección frente a plagas.

Otras lecturas recomendadas:

La caza de las crisopas

El progreso de la polilla

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