Acceder a una vivienda es cada vez más complicado y no digamos ya poseer un jardín. Y lo cierto es que tener acceso a espacios verdes trasmite una serie de beneficios fundamentales para una rutinaria vida urbana. Es en este escenario que se hace básico el “jardín” en cualquier rincón. Vale al alféizar de una ventana, un balcón, una azotea o, incluso, una balda cerca de la ventana donde colocar algunas plantas de interior.
Begonias en un balcón © Jardines Que Me Gustan
Ni mucho menos se trata de romantizar la precariedad en la que se está convirtiendo poseer un hogar digno, pero de alguna manera es posible dar unas pinceladas a la percepción que tenemos de una vivienda usando unas pocas macetas.
Suculentas y cactáceas en maceta © Jardines Que Me Gustan
Y es que unas cuantas plantas en maceta purifican el aire, filtrando y absorbiendo las partículas orgánicas volátiles del ambiente para, después, durante sus procesos metabólicos, fijar estas toxinas y transformarlas en sustancias inocuas. Asimismo, mejoran la salud mental, aumentando la creatividad y la concentración.
Macetas colgadas en una ventana © Jardines Que Me Gustan
También, las macetas, pueden considerarse como accesorios de diseño que pueden moverse, cambiarlas de lugar y experimentar con su ubicación. Dentro de las macetas a elegir, es mejor decantarse por aquellas que no sean demasiado pequeñas pues a las plantas no les viene muy bien volúmenes que constriñan sus raíces y que no sean capaces de prolongar en el tiempo un poco de humedad y que se seque el sustrato demasiado rápido.
Algunos consejos sobre el tamaño de la maceta
Es necesario tener en cuenta el calibre de las macetas, las cuales se comercializan en función del diámetro del contenedor (c), dando la medida en centímetros. Por ejemplo, c-14 centímetros.
Hay que buscar un equilibrio, cuanto más grande es la maceta mayor será el peso del mismo, limitando su movimiento, pero, por otro lado, un mayor contenedor implica que podrá retener más humedad.
Macetas diversas © Jardines Que Me Gustan
Esto se debe a que el sustrato donde crecen y se desarrollan las raíces no es compacto, esta mullido y deja una serie de orificios llamados poros que son capaces de retener, por propiedades físicas y químicas, el aire, el agua y los nutrientes que necesita las planta.
A esto nos referíamos en cuanto a que en contenedores de calibre pequeño el sustrato se seca demasiado rápido y es el motivo por el que al traer a casa macetas de un tamaño medio es menos probable que marchiten, ya sea por exceso o falta de agua.
Geranio en maceta © Jardines Que Me Gustan
Aunque pueda parecer extraño, lo cierto es que muchas plantas se marchitan también por exceso de agua y una maceta de tamaño medio permite más margen entre riegos, provocando un ciclo del agua más natural para la planta.
Riego de plantas en maceta © Jardines Que Me Gustan
En cualquier caso, la maceta debe ser el adecuada al tamaño actual y futuro de la planta. Suficientemente grande de acuerdo a las dimensiones de la planta y teniendo presente que el volumen que ocupan las raíces es tres veces mayor a la parte área de la planta, lo cual implica una serie de cuidados como son el trasplante cada tres o cuatro años de la planta hasta que alcance su envergadura adulta.
Obvio que esta situación es para plantas con una vida mayor a los dos años, flores de temporada o bulbos no requieren este vaivén de tamaño en maceta. Además, como indicamos al principio, para obtener beneficios a través de plantas en maceta como decorar un pequeño rincón, tener una atmósfera más limpia, una mejor salud mental o movilidad de plantas, solo es necesario contar con unas pocas macetas en lugares estratégicos que ayuden a cambiar la percepción que tenemos del hogar.
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