sobre una palmera, un elemento típico del jardín hispano–árabe. Me refiero a Phoenix dactylifera, aunque para
entender la importancia de esta especie vegetal en este estilo de jardín
tenemos que retrotraernos al pasado. Entender que el jardín hispano–árabe no
era un jardín, sino un huerto de placer, un lugar, un sentimiento, hecho para
disfrutar a través de los sentidos.
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Jardín de la Buhaira (Sevilla) |
tacto y gusto. Las palmeras se plantaban como cultivo, su valor ornamental era
complementario, pues se usaban para degustar sus dátiles, sentir los rayos del
sol a través de su tronco, escuchar el sonido de sus palmas al chocar con el
viento…
virtudes P. dactylifera era
denominada por los árabes como “árbol bendito”. Es más, aún hoy en día en
Túnez, en los oasis, esta palmácea es la única fuente de recurso alimenticio y
arbóreo.
vida en el desierto, el Paraíso Perdido que el jardín hispano–árabe da vida en
forma de huerto de placer. Estos jardines tratan de extraer la esencia del
oasis, la vida en un mundo de sol y arena, pero llevada al hogar o la almunia.
El oasis al alcance de los sentidos.
la podemos considerar como árbol de sombra pero como vemos, posee un elevado
valor ornamental y sentimental por la huella emocional que ha dejado en nuestra
memoria y en el paisaje urbano. Es por tanto, un elemento vegetal emblemático
que se encuentra diseminado por muchas de nuestras ciudades.
estípite es capaz de propagar algunos retoños en la base. Al pasar los años se
observa como su tronco se cubre con la base de las hojas viejas que van
cayendo, creando una masa denominada vulgarmente “barba”. Aunque en la
actualidad, en jardinería urbana, se suele eliminar esta “barba” para evitar que
aniden algunos roedores o que salga ardiendo.
alcanzar hasta 6 cm de longitud, y son la causa de su nombre específico, dactylifera, pues dactylos significa “dedos”, en referencia a la forma de sus palmas.
jardín las podemos utilizar como elemento equilibrador del conjunto proyectado o
para centrar la atención de un paisaje creando un contraste que destaque por su
elegancia. Otros usos pueden ser para alineaciones en calles, aisladas o en
grupos para formar pantallas visuales y sonoras.
Palmera datilera se ha encontrado hoy en día con un enemigo más devastador que
las condiciones de habitabilidad cada vez más difíciles del medio urbano. Me
refiero al Picudo Rojo, una plaga que está mermando sobre manera la población
de P. dactylifera de la Península Ibérica.
es importante poner en conocimiento de la ciudadanía este problema, fomentar el
conocimiento, conservación y valor ornamental e histórico de esta palmácea,
para que no se pierda un importante patrimonio urbano de nuestras ciudades.
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