beneficioso,…. Se nota descaradamente mi favoritismo por el Almez (Celtis
australis), el cual lleva poblando las calles de nuestras ciudades
desde hace mucho tiempo como arbolado urbano. Pero no soy solo yo. La
nomenclatura del Almez proviene del hispano-árabe al-máys que significa textualmente árbol, es decir, que en épocas
pasadas en la Península Ibérica cuando se hablaba de árbol rápidamente el
subconsciente volaba hasta el perfecto porte de Celtis australis.
![]() |
Hojas y frutos de Almez (Celtis australis)
|
redonda de un árbol. La corteza gris que posee es muy significativa también, de
un brillo casi imposible y con una textura lisa pero con suaves marcas que se
asemejan al texto de un libro escrito en un extraño dialecto que solo conocen
los árboles.
pasar la luz del sol en invierno y sombrear captando la intensa radiación solar
del verano. Bajo su copa, en los meses más calurosos, pueden hacer descender
varios grados centígrados la temperatura contrarrestando el fenómeno de la isla
de calor. Este es un proceso que se da en las ciudades debido a la
saturación de construcciones de materiales que absorben el calor, como el
hormigón, provocando un aumento de la temperatura de forma no natural.
8 centímetros, están adaptadas a resistir la sequía. De forma ovo-lanceolada y
sutilmente serrada por el borde, una hoja de Almez tiene el haz de color verde
brillante y sin embargo el envés es de color grisáceo. Este cambio de color se
debe a que el envés de la hoja se encuentra cubierto de una vellosidad
blanquecina que evita la salida de agua que previamente han absorbido las
raíces. Una virtud que hace del Almez un candidato
perfecto para un xerojardín.
produce en los inicios de la primavera,
siendo la fructificación a finales del verano y principio del otoño. Volviendo
a los orígenes del jardín hispano-árabe, donde en realidad un espacio verde era
considerado un huerto de placer, un
lugar para el despertar de los sentidos y en que los frutos se podían coger y
comer, el Almez ocupa un lugar destacado. El fruto una vez maduro, que se
presenta en forma de drupa dispuesta en racimo, es comestible. Yo lo he probado
y es una pequeña bolita de color marrón con una somera capa comestible y el
resto es hueso. El sabor es parecido al del cacao y, de hecho, el fruto del
Almez se utiliza como sucedáneo de este producto en la industria
agroalimentaria.
porque tal vez me une cierto afecto que no me deja ver el bosque detrás del
árbol. Y es que es un árbol urbano que he plantado en muchas ocasiones y del
que siempre he obtenido una satisfacción enorme al verlo crecer en un jardín o
pasear bajo su copa en las calles donde habita.
![]() |
Copa de Almez
|
![]() |
La corteza de Almez
|
Gracias por perder unos
minutos de tu tiempo leyendo este post.
Deja una respuesta